Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión: 13 Enero

Flores redondas de la misma especie, pero de distinto color cada una. En el fondo hay hierba.
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Parece evidente que los ritmos marcados por las sociedades modernas nos alejan cada vez más de las posibilidades de practicar el silencio y la introspección. En muchas ocasiones, ni siquiera disponemos de un espacio mínimo de tiempo que nos sirva para el diálogo interno, para la reflexión acerca de nuestros objetivos vitales o para recordarnos quiénes somos en esencia. Otras veces puede ocurrir que huyamos de esos pensamientos porque nos asusten o incomoden y optemos por dejarnos llevar por un mundo que nunca se detiene. Todo ello ha derivado en la que es probablemente la sociedad más estresada, ansiosa y depresiva de todos los tiempos. La existencia de altas expectativas y competitividad, frustraciones, cánones a imitar y la supremacía indiscutible de lo material están llevando a muchas personas a sentirse mentalmente agotadas. Prueba de ello es que, según el último estudio realizado por la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles, entre los diez fármacos más vendidos en nuestro país se encuentran dos ansiolíticos.

Como contrapartida, en los últimos años estamos asistiendo a un creciente interés por los denominados ejercicios cuerpo-mente como el yoga, el tai-chi o el chi kung. Todas estas prácticas se caracterizan por combinar el movimiento corporal con la atención mental, siendo también una parte importante el control de la respiración. Se trata de prácticas milenarias que ayudan a conectarnos con el momento presente y nuestro interior. Hay quienes los catalogan de modas que al igual que vienen se irán, pero la realidad es que detrás de todas ellas existe un cuerpo de investigación científica que no se puede ignorar.

En una investigación reciente, publicada en la revista oficial del  American College of Sports Medicine, se apunta a la posibilidad de que la práctica continuada de yoga genere cambios cerebrales relacionados con un mejor manejo del estrés. Existen igualmente evidencias de que esta práctica puede tener un efecto regulador sobre los sistemas neuro-endocrinos relacionados con las respuestas de estrés, favoreciendo una disminución de la hormona cortisol, la presión arterial e incluso de los niveles de colesterol y glucosa en sangre. Se ha demostrado también que aquellas mujeres que practican yoga durante el embarazo gozan de una mejor salud mental durante esta etapa, disminuyendo el estrés, la ansiedad y los síntomas depresivos. Este mismo efecto también se ha demostrado en niños y adolescentes. Por su parte, el Tai Chi se ha asociado a efectos beneficiosos en el manejo de los síntomas ansiosos y depresivos en personas diagnosticadas de cáncer, que han sufrido un infarto cerebral o hipertensas. Finalmente, el chi kung o qigong, quizás una de los tipos de ejercicio cuerpo-mente menos conocidos en nuestro país, puede ayuda a disminuir el estrés y la ansiedad en población sana, así como en los trastornos ansioso-depresivos.

Desde UMSS te animamos a ponerte en movimiento, a cuidar tu salud mental, a creer en ti.

Somos lo que hacemos repetidamente” (Aristóteles).

Mª Jesús Casuso-Holgado 

Prof. Titular Dpto. Fisioterapia 

Universidad de Sevilla