EL PAPEL DE LA INTEROCEPCIÓN EN LAS ENFERMEDADES CRÓNICAS

La interocepción se refiere a la percepción del estado interno del cuerpo, resultado de las aferencias sensitivas que provienen de diferentes partes internas del cuerpo. Esta información que llega al SNC permite que ocurra la regulación homeostásica corporal a través de reflejos (por ejemplo, el barorreflejo), impulsores motivacionales (por ejemplo, hambre y sed), y sensaciones corporales explícitas (por ejemplo, falta de aire, distensión de la vejiga o dolor gástrico) que nos llevan a adoptar ciertos comportamientos o realizar acciones concretas (Quadt L et al., 2018). Para entender bien el papel de la interocepción en enfermedades, es necesario que introduzcamos brevemente el concepto de modelo de procesamiento predictivo; este modelo postula que el cerebro funciona como una máquina de predicción jerárquica, en lugar de construir representaciones desde datos sensoriales crudos, el cerebro utiliza predicciones para anticipar información sensorial y solo ajusta su modelo interno del mundo cuando ocurren discrepancias significativas, optimizando así su modelo para minimizar errores de predicción. Este tipo de procesamiento nos permite un gran ahorro energético, mayor rapidez de respuesta, anticipación a los hechos e incluso la toma de decisiones bajo incertidumbre (Sprevak M & Smith R, 2023). Hay evidencia de que diferentes procesos interoceptivos están alterados en pacientes que sufren de patología crónica, especialmente la sensibilidad interoceptiva (confianza en su capacidad de detectar e interpretar información interoceptiva adecuadamente), aunque también la precisión interoceptiva (capacidad real de detectar e interpretar información interoceptiva adecuadamente) (Locatelli G et al., 2023). De hecho, las señales interoceptivas rara vez llegan a la conciencia en un estado de salud a no ser que se intenten percibir deliberadamente, ya que los eventos interoceptivos se encuentran dentro del rango esperado y se procesan de manera automática. Se considera que las sensaciones interoceptivas solo surgen cuando las señales son inesperadas, provocando así errores de predicción con la suficiente precisión para alcanzar la conciencia. Las sensaciones interoceptivas se interpretan como síntomas cuando la hipótesis con la mayor probabilidad contiene información que representa causas aberrantes relacionadas con enfermedades (Quadt L et al., 2018). La propia experiencia de, tanto la fatiga como el dolor (dos de los síntomas más frecuentes en procesos crónicos), son el resultado de aferencias de información interoceptiva (Quadt L et al., 2018; Ceunen E et al., 2016). Desde una perspectiva bayesiana, muchas conductas de enfermedad, así como la fatiga, se pueden perpetuar en el tiempo como consecuencia de creencias metacognitivas aberrantes sobre la capacidad del SNC para controlar de forma predictiva los estados corporales. Las alteraciones iniciales en la interocepción tras la aparición de enfermedad, retroalimentan los circuitos cerebrales, donde los niveles elevados de cortisol perturban la función del receptor N-metil-D-aspartato, el cual se ha señalado como involucrado en la generación y actualización de las representaciones de creencias (Nair A & Bonneau RH, 2006). Este bucle de retroalimentación positiva podría ser la base de la creencia metacognitiva de que el sistema es incapaz de regular los estados corporales, debido a una discrepancia crónica (es decir, un error de predicción) entre los estados internos previstos (basados en creencias) y los estados internos percibidos. Así, recurrir a las conductas de enfermedad y la fatiga podría ser una respuesta adaptativa a una evaluación metacognitiva de las capacidades regulatorias disfuncionales del sistema, manifestadas en la incapacidad para reducir el error de predicción interoceptivo (Quadt L et al., 2018). En el caso del dolor, aunque no parezca lógico que prestar atención a las sensaciones corporales internas pueda beneficiar a las personas con este síntoma, intentar suprimir la conciencia del dolor puede ser poco útil, y, para las personas con un alto nivel de pensamientos catastróficos sobre el dolor, las estrategias de afrontamiento basadas en la atención plena podrían ser más beneficiosas que la distracción. Desde una perspectiva conductual, la interocepción desempeña un papel en el mantenimiento del dolor no a través de una mayor atención a las sensaciones corporales, sino más bien mediante la evitación aprendida de las sensaciones internas (Gnall KE et al., 2024). Para terminar de remarcar la potencial influencia de la interocepción en la enfermedad crónica y la regulación de estados homeostáticos internos a través del sistema nervioso autónomo, hay que destacar que existen numerosas áreas y núcleos en el SNC que comparten funciones de integración de información interoceptiva, regulación de respuestas autónomas, incluso generar representaciones emocionales y motivar comportamientos adaptativos: 

  1. El núcleo del tracto solitario (NTS), ubicado en el tronco del encéfalo, es el punto de convergencia de las señales interoceptivas provenientes de los nervios vagos y espinales, fundamental en la regulación homeostática y el control de funciones autonómicas como la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la respiración. 
  2. El complejo parabraquial actúa como una estación de relevo para la información interoceptiva desde el NTS hacia regiones superiores del cerebro, como el tálamo y está involucrado en respuestas autonómicas rápidas relacionadas con el dolor y la termorregulación. 
  3. La sustancia gris periacueductal (PAG) procesa señales interoceptivas y las coordina con las salidas autonómicas, regulando comportamientos defensivos y autonómicos, como las respuestas al dolor y el control cardiovascular y respiratorio.
  4. El hipotálamo integra señales interoceptivas que provienen del NTS y procesa señales humorales del estado interno del cuerpo, y coordina en función de toda esta información respuestas endocrinas con gran impacto autonómico como la regulación de la temperatura corporal, el equilibrio hídrico y la regulación hormonal.
  5. El tálamo funciona como una estación de relevo que envía información interoceptiva desde el NTS y el parabraquial hacia la corteza insular y la corteza cingulada, y contribuye al procesamiento de señales nociceptivas e interoceptivas.
  6. La corteza insular (IC), donde la ínsula posterior recibe información viscerosensorial primaria desde el tálamo y la integra para generar representaciones conscientes de los estados internos, y la ínsula anterior integra esa información procesos emocionales para regular respuestas autonómicas, como cambios en la frecuencia cardíaca o la sudoración en respuesta al estrés.
  7. La corteza cingulada anterior (ACC) forma una red funcional con la ínsula anterior y el hipotálamo, participando en la regulación de comportamientos motivados y ajustes autonómicos, como los relacionados con el estrés o el esfuerzo físico.

La convergencia de todo este procesamiento de información interoceptiva y estados internos, respuestas autonómicas, procesos emocionales, generación de representaciones conscientes del estado del cuerpo y modulación de conductas adaptativas, nos muestra la importancia y atención que merece la interocepción en la cronicidad y el correcto funcionamiento del sistema nervioso autónomo (Quadt L et al., 2018; Quigley KS et al., 2021).

Bibliografía

Quadt L, Critchley HD, Garfinkel SN. The neurobiology of interoception in health and disease. Ann N Y Acad Sci. septiembre de 2018;1428(1):112-28.

Sprevak M, Smith R. An Introduction to Predictive Processing Models of Perception and Decision‐Making. Top Cogn Sci. 29 de octubre de 2023;tops.12704.

Locatelli G, Matus A, James R, Salmoirago-Blotcher E, Ausili D, Vellone E, et al. What is the role of interoception in the symptom experience of people with a chronic condition? A systematic review. Neurosci Biobehav Rev. mayo de 2023;148:105142.

Ceunen E, Vlaeyen JWS, Van Diest I. On the Origin of Interoception. Front Psychol [Internet]. 23 de mayo de 2016 [citado 18 de diciembre de 2024];7. Disponible en: http://journal.frontiersin.org/Article/10.3389/fpsyg.2016.00743/abstract

Nair A, Bonneau RH. Stress-induced elevation of glucocorticoids increases microglia proliferation through NMDA receptor activation. J Neuroimmunol. febrero de 2006;171(1-2):72-85.

Gnall KE, Sinnott SM, Laumann LE, Park CL, David A, Emrich M. Changes in Interoception in Mind-body Therapies for Chronic Pain: A Systematic Review and Meta-Analysis. Int J Behav Med. diciembre de 2024;31(6):833-47.

Quigley KS, Kanoski S, Grill WM, Barrett LF, Tsakiris M. Functions of Interoception: From Energy Regulation to Experience of the Self. Trends Neurosci. enero de 2021;44(1):29-38.